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lunes, 27 de agosto de 2012

Renfe: ¡Viva la aventura!

Aquí estoy de nuevo en el tren. Llevamos rato parados, no informan de la causa. Se oye algo por la megafonia del anden, pero inaudible e ininteligible para el oído humano.

Hay otro tren en el anden de al lado, también parado desde hace rato.

Debería estar llegando a casa y me falta aun por lo menos media hora.

Ahora me he enterado, por el boca a boca, que hay un tren atascado en alguna parte. ¿ Y si me voy en metro? Pero, ¿Y si me voy y a los 5 minutos lo arreglan? En metro tengo un trecho largo y un par de transbordos.

¡Qué mala suerte! ¡Maldita indecisión!

¿Por qué no seré yo una persona decidida?Ay qué pena. 

Bueno, al final me ha entrado de pronto la decisión que echaba en falta. Me he bajado del tren. Estoy ya en el metro camino de casa. Han pasado 10 minutos y ya he hecho un transbordo. Llegaré tarde, pero al menos se que tengo perspectivas de llegar.

Sabia que cercanías de Barcelona funcionaba mal, pero hasta que uno no lo sufre en propias carnes, no se da cuenta.

Dentro de lo que cabe he tenido suerte porque el tren se ha parado en un sitio donde hay metro.

En menos de media hora, si no pasa nada con el metro, estoy en casa. ¡Yupiiiiii!
Tengo unas ganas locas de llegar.